Me llamo Mamboué Dofini Marc. Marc es el nombre que me
dieron cuando me bautizaron, pero en mis papeles el nombre que aparece es
Dofini.
Nací en Houndé el 11 de abril de 1972, en la provincia de
Tuy, región de Hauts-Bassins. Mi pueblo se llama Dohoun. En nuestra familia
éramos seis: tres niñas y tres niños, pero los dos niños murieron. Mi madre
también murió cuando yo era pequeño. Estudié hasta el 3er curso* y
obtuve el BEPC**. Actualmente trabajo en el Centro de Terapia Ocupacional de
Houndé. Estuve casado y tengo dos hijos. Pero mi mujer se divorció de mí cuando
enfermé, y ahora estoy solo con mis hijos.
* (N.d.T) El 3er curso es el último curso del
primer ciclo de educación secundaria en BF.
** (N.d.T.) El BEPC (Brevet d’Etudes du Premier Cycle) es
un diploma nacional que se obtiene tras la realización del primer ciclo de
educación secundaria, es decir antes de cursar los tres últimos cursos que
componen el bachillerato en Burkina Faso.
Caí enfermo en 1992, tras la obtención del BEPC. Mi
enfermedad es mental. Al principio, mis padres me llevaban a Bobo-Dioulasso (a
100 km de Houndé) para el tratamiento, ya que no había servicio de salud mental
en Houndé. A veces, debido a la falta de medios económicos, no podíamos acudir
a las citas. Todos en mi familia estaban desanimados y tristes por mi
enfermedad, y la gente de mi entorno también. Pero hoy en día, gracias a Dios y
a nuestro Señor Jesucristo, todo va bien. Ahora sigo el tratamiento aquí en
Houndé. Mi estado de salud ha mejorado mucho. Estoy estable.
Con la apertura del Centro de Terapia Ocupacional, pude
formarme en jabonería, y actualmente trabajo como monitor en ese centro. Me
gustaría continuar con este oficio de jabonería, y si Dios quiere, hacer lo que
él me ofrezca como trabajo adicional. Sé que con el diploma de BEPC podría ser
funcionario, pero debido a la enfermedad no he podido serlo. Así que si
encuentro un trabajo que yo pueda realizar (aparte del jabón) lo haré.
En Burkina Faso los enfermos mentales son rechazados por
la sociedad. Incluso en la vida conyugal. Si es la mujer la que enferma, lo más
frecuente es que el hombre la abandone, salvo en raras ocasiones donde el
hombre se ocupa de la mujer. Otros se las quitan de encima. Si es el hombre el
que enferma, la mujer suele buscarse otro marido. Algunas personas dicen que el
enfermo mental es alguien que finge su enfermedad. Dicen a menudo que la
persona no quiere trabajar, cuando en realidad es la enfermedad la que le
impide trabajar. A menudo algunos enfermos mentales están obligados a pagar
ellos mismos sus medicamentos, ya que no hay nadie que les ayude. Muchas
personas tienen miedo de los enfermos mentales y ni siquiera quieren
aproximarse a ellos. El enfermo mental está solo y abandonado, salvo algunos
que encuentran apoyo. A veces el enfermo recibe palizas y es traumatizado.
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